LA HUMILDAD

La humildad parte del conocimiento de que no existen personas más importantes que otras, de que en el Universo todos cumplen una función.

La lluvia sirve, el viento sirve, el agua sirve, los seres humanos servimos... Todo cumple una función, y no cabe discusiones sobre si unas funciones son mejores que otras, pues todas son igualmente útiles.

Humildad no es sentirse inferior a nadie, ni creer que existe alguien mejor que tú. Procede de un sentimiento de paz interior; por ello, la humildad es el principio básico de una vida equilibrada.

FREDERIC SOLERGIBERT

Credo de un@ sumis@

1. Me comunicaré con total honestidad mis necesidades, los deseos, los límites y la experiencia. Me doy cuenta de que si no lo hago no sólo evitará que mi Señor y yo dejemos de tener la mejor experiencia posible, pero también puede conducir a un daño físico y emocional.

2. No voy a tratar de manipular a mi Señor.  No voy a empujar a hacer una escena de ir por el camino que siento que debería. En otras palabras, no voy a dar ordenes siendo sumisa.

3. Voy a mantener la mente abierta a probar cosas que no me siento cómod@  y ampliar mis límites. Voy a seguir creciendo como sumis@ y como ser humano.

4. Voy a aceptar la responsabilidad de descubrir lo que agrada a mi Señor y haré todo lo posible para cubrir sus deseos y anhelos.

5. No voy a permitir que me hagan daño o abusen. 

6. Seré cortés y servicial con mis compañeros sumisos. Voy a compartir mis conocimientos y experiencia con los demás, con la esperanza de que aprendan y se beneficien de donde he estado. Voy a tomar el tiempo para ayudar a los nuevos en la escena empezar en el camino correcto.

7. Voy a responder a mi Señor.  No voy a tratar de ocultar lo que mi mente y mi cuerpo siente, para que yo pueda ayudarle en sus responsabilidades como mi autoridad. Sé que los Dominantes no son telépatas, y no puedo esperar que sepa los pensamientos o sentimientos que yo no comparto. 

8. Voy a aceptar la responsabilidad de una escena o de la relación que salió mal. No voy a culpar a mi Señor  cuando no se justifica simplemente porque él es el dominante. Me doy cuenta de que las cosas no salen como debieran a veces, y haré todo lo posible para ponerlo detrás de mí y seguir adelante.

9. Voy a dar mi regalo de sumisión sólo a aquellos que pueden aceptar responsabilidad y el deseo de recibir. No voy a poner a nadie en la posición de dominarme de forma no consensuada, ni voy a dar mi respeto a alguien que no lo ha ganado.
10. Yo sé que la D / s no es un concurso, y nunca voy a pensar en mí mismo como "mejor" sumisa porque elijo a presentar en un nivel diferente que el otro. No voy a ser jactancioso de las experiencias que he tenido como fondo.

11. Voy a ser obediente a mi Señor incluso si no estoy de acuerdo con lo que está solicitando. Me doy cuenta de que tiene los mejores intereses en el corazón y, a menudo sabe mejor que yo lo que necesito en una situación particular.

12. Sé que mis acciones reflejan a mi Señor  y haré todo lo posible para ayudar a los demás a verlo de una manera positiva. Yo no  avergonzare o desagradare intencionalmente a mi Dominante.

13. Por encima de todo, llevare mi título de sumiso con honor. Nunca haré que otros piensen que ser sumiso es ser débiles o sub-humanos. Voy a tomar orgullo en quién y qué soy y nunca me mostraré de manera negativa.


Autor Desconocido

Brillo con luz propia

Meditando en mi cama mientras encuentro el sueño, me tomo por sorpresa riéndome sola. Esto se debe a que hoy por hoy soy feliz y me gusta como me siento.  Quien diría que hace 5 meses atrás la historia era otra.

Tímida. Callada. Me tragaba los sentimientos fueran buenos o malos. No disfrutaba de la vida ni lo que esta trae con ella. Enserada en el cuarto (no porque no me dejaran salir) me escondía detrás de una computadora, leía las publicaciones en mi cuenta de Facebook pero no comentaba. Lo peor de todo es que en un afán por rebajar (lo cual logré)  sin importar como fuera y las consecuencias que tuvieran en mi.  Baje unos 27.27 kg (60 lbs) no puedo negar me veía bien, me sentía bien pero no era real, simplemente le daba el gusto a los demás tal así que termine tomando pastillas para rebajar. Las cuales después de un tiempo continué tomándolas por los efectos secundarios que provocaban.

Traté de ser otra persona...Pero nada pareció cambiar.....Sé que ahora, esto es lo que realmente soy por dentro. No le doy gustos a nadie que no se El, Mi Señor quien con paciencia y mucha dedicación logro sacar lo mejor de mi. Aquello que ni yo misma conocía que estaba en mi.

Hoy brillo con luz propia. Veo todo desde un punto positivo disfruto de la vida....de mi vida....de mi entrega hacia El.